Congreso de la República: ¿Circo o Reality Show? por Ronald Soto

Un 'selfie' en el hemiciclo para comenzar las labores
No soy aprista y no tengo nada en contra de los denominados “chicos realities”, pero me resulta de cierta forma hasta preocupante que la denominada Alianza Popular (unión de dos partidos políticos con una avanzada trayectoria), haya tenido en la mira a Mario Hart para formar parte de su lista parlamentaria.

De haberse concretado la incorporación, en cualquier momento nos habríamos topado con estos paneles

Vergüenza me da saber que los integrantes de la plancha presidencial de la mencionada alianza, presenten a este “combatiente” como un ejemplo para la juventud, sabiendo que  los contenidos vertidos en estos programas de competencia vienen siendo perjudiciales en la formación de las nuevas generaciones. Este tema lo trataré a fondo en otra oportunidad.

Por si fuera poco, el partido Nacionalista (actualmente en el poder)  también ha querido reclutar al bailarín y ‘chico reality’ “Zumba”; ¿acaso piensan los nacionalistas armar una coreografía en el congreso para sensibilizar a la población sobre los proyectos de ley que se debatirán en el hemiciclo? no señores, lo único que buscan – al igual que la Alianza Popular - es ganar un par de votos más a costa de la “popularidad” de estos personajes.

Por culpa de Urresti, hemos perdido oportunidad para hacerle la chamba gráfica a Zumba, "¡puchamare!"

Para mi es evidente que al buscar candidatos fuera de sus partidos, evidencian las falencias en la formación y/o captación de nuevos cuadros en el país, lo cual sorprende mucho más en la alianza APRA-PPC pues, se trata de agrupaciones con muchos años en la arena política.


Es posible que otras listas presenten a faranduleros que quizá tengan la voluntad de hacer bien las cosas, pero seamos sinceros, eso no basta. Por eso el congreso sigue siendo considerado por muchos como un circo y en el futuro, muy probablemente, adquiera la denominación de reality show.


Por todo lo mencionado hago desde estas líneas un llamado a la “sensatez” de los líderes políticos para que no cometan la burrada el error de convocar a ciertos payasos personajes de realities de televisión, pues, si vienen formando adecuadamente a los cuadros jóvenes, sería bueno darles una oportunidad.