Vía La República
La ola de crímenes que golpea al Callao no se detiene. Las últimas víctimas son una niña de 10 años y un dirigente de construcción civil. Con ellos ya van 24 homicidios desde que se instauró a inicios de diciembre el estado de emergencia en el primer puerto y cada día aumenta el reclamo contra la policía que parece rebasada por la delincuencia.
Los números dan cuenta de un fenómeno que crece de manera exponencial. Reflejan una cruda violencia que se traduce en una ola de crímenes, muchos de ellos vinculados no solo a la feroz disputa entre narcos y extorsionadores o pandillas que saldan viejas rencillas de barrio, sino por asaltantes que vienen invadiendo los espacios públicos.
Todos, al fin y al cabo, forman parte de la misma estadística sangrienta y escalofriante: tres homicidios por semana.
El asesinato número 23 tuvo lugar en la avenida Argentina, cerca del Obelisco. Tres disparos acabaron con la vida de la pequeña María Fernanda (10). Dos delincuentes abrieron fuego al taxi en el que viajaba su padre, un cambista de dólares, a quienatacaron para robarle los 20 mil soles que llevaba.
Y el último homicidio ocurrió dos días después.
Santos Evaristo Alvino (61), quien dos semanas antes había jurado al cargo de secretario general de construcción civil de Pachacútec (Ventanilla), murió acribillado cuando conversaba con un amigo en la puerta de su vivienda.
Ni eficiente ni eficaz
¿Las cosas están peor en el Callao desde que se declaró el estado de excepción?
"Es un panorama preocupante. Las acciones que se han tomado no son las más eficientes y eficaces porque no se hizo un trabajo de inteligencia para identificar a los cabecillas e integrantes de las bandas. En el tema de la prevención tampoco se está haciendo nada", señala el ex director de la PNP general (r) Luis Montoya Villanueva.
"Tenemos que unirnos, la Marina tiene arraigo popular en el Callao y se deberíanformar patrullas mixtas para que salgan a la calle solo como prevención, pues mientras la delincuencia avanza a cien por hora, la policía lo hace a veinte", graficó el oficial retirado.
A su juicio, el estado de emergencia no ha cubierto las expectativas para pacificar el primer puerto. "Por informes de inteligencia tuvimos conocimiento de que luego del asesinato de Wilbur Castillo se iba a desatar una guerra de bandas y el estado de emergencia se dio y eso se frenó", dijo el jefe de la Región Policial del Callao, general Clubber Aliaga, al programa Cuarto Poder.
"Se ha frenado la delincuencia, quizá no sea evidente pero se venía algo más fuerte y se ha contenido, hemos capturado a muchos cabecillas, y faltan algunos otros, pero ya están identificados", insistió.
Desgraciadamente los asesinos de María Fernanda y Santos Evaristo aún transitan impunemente por las calles chalacas y lo que la policía denomina 'ajustes de cuentas' aparecen al tope de las estadísticas en lo que respecta a los móviles de los crímenes.
Droga y extorsión
La mayoría de estos asesinatos tienen algún vínculo con la expansión del negocio de la cocaína. "La droga es la madre del cordero en el Callao, pero nadie lo está combatiendo. Ni la Dirandro y el apoyo que brinda los EE.UU. está en el Callao", señala Montoya. Según el ex jefe de la División Antisecuestros coronel (r) Jorge Mejía, el secuestro ya no es un negocio. "Lo que da plata son la droga y la extorsión", señaló.
Y mientras la ola de crímenes crece, los vecinos y familiares de las víctimas reclaman mayor seguridad en las calles.
"Todos los días escucho un caso nuevo de delincuencia, cada vez son más violentos.No les importa nada, te matan como si nada. Tengas plata o no", expresó indignada Carolina García, madre de la pequeña María Fernanda.
Dos de cada diez requisitoriados son sicarios
“Los primeros operativos que hemos ejecutado revelan que los delincuentes se han ido del Callao y los que se han quedado están sin armas. El irse del Callao no implica que se haya tomado el control de la situación”, señala el general Clubber Aliaga, jefe de la Región Policial del primer puerto.
También refiere que a poco más de dos meses de la declaratoria de emergencia, la policía ha capturado a 905 delincuentes.
De esa cifra, 520 registran requisitorias y el 20% de estos eran buscado por homicidios. Es decir, de cada diez requisitoriados dos son sicarios.
Asimismo, Aliaga manifestó que en el mismo período se incautaron 400 armas de fuego y 1.435 municiones de diferente calibre. "Los patrullajes se han intensificado. Vamos a seguir capturando delincuentes", subrayó.
En cifras
905 delincuentes han sido capturados en los últimos dos meses, según la policía.
400 armas se han incautado en el mismo periodo.
