Ministro alerta que el aumento del caudal del río Rímac amenaza a más de 2 mil viviendas en riberas
Vía Correo
Pese a las lluvias, desbordes y huaicos que se registran en el centro del país, el ministro de Vivienda, Construcción y Saneamiento, Francisco Dumler Cuya, aseguró que en Lima y Callao el abastecimiento de agua potable está garantizado.
“Aunque el actual clima ha generado daños en la Carretera Central, también existe un lado positivo, pues las lluvias están permitiendo llenar los reservorios de agua”, manifestó tras inspeccionar la botacama de la planta de tratamiento La Atarjea, en El Agustino.
AUMENTO. Según Dumler, el nivel del río Rímac alcanzó ayer un nivel de 90 metros cúbicos por segundo, cifra que triplica la alcanzada el año pasado. Esto permitió aumentar el volumen acumulado en reservas, que en febrero decayó a 192 millones de metros cúbicos.
Por su parte, Yolanda Andía, gerente de Producción de Sedapal,señaló que en este periodo no solo aumenta el caudal, sino también la turbidez del agua.
“Durante estos días, la planta de Sedapal tendrá que soportar mayor cantidad de sedimentos (tierra o lodo) en el agua y para tratarla se utilizarán sustancias químicas especiales que permiten clarificarla”, explicó.
En caso exista una sobrecarga de estas partículas, detalló que los ductos no pueden captar el agua a fin de potabilizarla, por lo que se cierran las compuertas y se vuelve a usar agua de pozo.
Manifestó que ante el reinicio de las lluvias, la regulación de la presión del agua, establecida a inicios de febrero, se suspendió totalmente.
EN RIESGO. Por otro lado, Dumler Cuya advirtió que alrededor de dos mil viviendas de la capital se encuentran en alto riesgo ante el aumento del caudal del río Rímac.
“Ante el panorama de lluvias que se están dando en el centro del país, estamos verificando la situación de decenas de casas ubicadas en las márgenes del afluente”, refirió.
Según una inspección de su sector, existen inmuebles cuyas bases han sido socavadas por el río. “Si el nivel del caudal se incrementa a más de 115 metros cúbicos por segundo, estas casas correrán mayor riesgo, pues están casi colgando”, dijo.
Para darle solución a esta problemática, el ministro señaló que están llevando a cabo un trabajo conjunto con las municipalidades, pero aclaró que el retiro de las familias depende de que los alcaldes, en sesión de concejo, declaren estas zonas “de alto riesgo no mitigable”.
