[EDITORIAL] El Callao y su prensa local

Hace casi una década Gabriel García Márquez dijo, durante una de las premiaciones de su fundación en México, que “aunque se sufra como un perro, no hay mejor oficio que el periodismo”. Y no se equivocaba. La importancia de la prensa reposa precisamente en sus pilares, en su poder para generar corrientes de información y en el papel que cumple en las democracias.

El derecho a la información no está reconocido solamente en nuestra legislación, sino en todo el mundo. Ya en 1948, las Naciones Unidas lo reconocieron como un derecho fundamental y la piedra angular de todas las libertades. Pero no solo eso. No estamos hablando de cualquier tipo de información, estamos hablando de un tipo de información cuya fuente es la realidad y no hace más que dar cuenta de la verdad contrastable.


Pensemos ahora en el Callao.
Recordemos nuestro recorrido diario al salir de casa, caminar hacia el paradero, ir en bicicleta, tomar algún micro, colectivo, combi o quizá en nuestro auto propio. En ese recorrido tenemos muchos problemas, que por la cotidianidad de los mismos aparentamos muchas veces que no existen.

Se suele ignorar los baches en las pistas, veredas, se ignora la basura en la calle, el tráfico, los micros sucios o en pésimo estado, se ignora a los obreros de la construcción que gritan cosas que ya ni entendemos, las competencias estúpidas entre combis o micros, y un largo etcétera.

De alguna manera el ignorar un problema nos da una sensación de tranquilidad, tranquilidad que desaparece tan pronto como nos enfrentamos al problema nuevamente.

Según el INEI, en el Callao viven alrededor de 1 millón de personas, eso quiere decir que, así como nosotros, hay alrededor de un millón de personas que tienen problemas parecidos o quizá diferentes que nosotros aún no conocemos.

En una ciudad existen tantos problemas como cantidad de ciudadanos, estos problemas normalmente son abordados por los medios de prensa locales, que pueden funcionar como herramientas de prevención y conocimiento para la población en general.






El Callao, siendo la excepción a la regla en casi todo, cuenta con una gran cantidad de medios informativos, pero que lamentablemente (y muy ligado a nuestro punto de vista expuesto líneas arriba) aportan poco o nada a la ciudadanía chalaca para darle a conocer lo que sucede en la ciudad.

Dedican el mayor porcentaje de sus páginas al avisaje, a los publirreportajes y a pintar de colores muy bonitos los problemas que el Callao tiene desde hace muchos años, los mismos que pocas veces se han atrevido a tratar. Todo esto sin mencionar que muchos de sus textos, incluyendo la columna de sus directores o directoras, cuentan con groseros errores de redacción y ortografía.

Estas revistas y pasquines están casi siempre ‘atados de manos’ a las autoridades de turno, pues gran parte de los anuncios que lucen son pagados por el Gobierno Regional, Municipalidad Provincial o algún municipio distrital. Si ellos mantienen su medio con vida, ¿se atreverían a difundir sin reparo alguno los numerosos casos de corrupción en los que se encuentran involucrados?


Es ante esta carencia que surge la necesidad de crear y desarrollar un espacio verdaderamente independiente, que permita a través de diversos contenidos muy bien desarrollados y estudiados, difundir tanto lo positivo como negativo de nuestra ciudad.

Es por esto que existe La Rana, que a pasos cada vez más grandes busca consolidarse como la plataforma periodística más importante del Callao, esperando así empoderar a la ciudadanía, mantenerla bien informada y haciéndole conocer cada vez más sobre el lugar donde hemos nacido y al que quisiéramos ver cada día realmente mejor.