Hablemos de gentrificación

Fuente: Canal Cultura
Ya se estaba haciendo esperar mucho este medio chalaco para abordar de manera frontal un tema realmente complicado: la gentrificación. Ha generado tanto revuelo que hasta un medio internacional como The Guardian, de Inglaterra, ha agregado al Callao como una de las ciudades donde se está dando este proceso.

Pero, ¿qué es gentrificación?

Es un proceso económico, social y cultural en donde una zona deteriorada recibe inversión privada, que arregla físicamente la zona y desplaza a los habitantes iniciales.

Existen dos métodos de gentrificación:

El método "bonito" y el método "agresivo"
(en principio, ambos métodos tienen etapas muy parecidas)

En el método "bonito", se arreglan y mejoran los edificios, así como el entorno. Aparece el arte como la solución a todo, empieza a haber nuevos usos (desde restaurantes hasta galerías de arte) y eventualmente llegan nuevos residentes. Lamentablemente, el primer punto negativo de este proceso es que a medida que llegan nuevos residentes, los habitantes iniciales son desplazados. Por lo general, en este método la prensa habla de este proceso como un "cambio de cara" o simplemente algo positivo para la zona.

En el método "agresivo", todo sucede de manera más rápida y generalmente sin presencia de medios ni arte. Se compran todas las casas o departamentos en la zona de interés de manera constante hasta que son dueños de todo y pueden derrumbar y construir lo que sea que tengan planeado, una pista: no será algo para los residentes iniciales.

El término fue inicialmente acuñado por Ruth Glass en los sesenta y su definición no daba espacios para creer que era un proceso positivo, algo que podemos ver en este cuadro (que refleja el método "bonito").
Fuente: CracValparaiso
¿Cómo así?

En esta oportunidad hablaremos del método "bonito", ya que es el que ha tenido más impacto en los medios y es el que quizá más personas conocen.

Imaginemos a una familia que vive en determinada zona deteriorada que de pronto está siendo gentrificada. Si la familia es propietaria, es posible que permanezca mayor tiempo en el lugar; sin embargo, si alquilan el predio donde están viviendo, es posible que el dueño les informe que lo ha vendido o que en un futuro cercano lo va a hacer.

¿Qué? Pero, ¿por qué?

Porque en el proceso de gentrificación, lo que se busca es hacer de la zona un lugar atractivo para nuevos residentes; y para lograrlo, es necesario adquirir más de un par de inmuebles. Es por este motivo que eventualmente más y más edificaciones irán siendo adquiridas por los inversionistas privados que estén liderando el proceso. Preguntémonos lo siguiente: ¿qué tan probable es que el propietario de un inmueble que lo alquila a S/100 al mes, quiera seguir alquilándolo en vez de venderlo a una cifra que multiplique exponencialmente el monto del alquiler anual?

En el caso de que la familia sea dueña del inmueble, en apariencia podría quedarse el tiempo que quisiera. Lamentablemente, al ver etapas más avanzadas de este proceso en otras ciudades del mundo, nos damos cuenta de que no es así. Por ejemplo, en Wynwood, Miami, la población inicial que era propietaria y trataba de permanecer en el lugar, veía cómo todo a su alrededor cambiaba y no tuvo mayor remedio que vender su casa. 

Right To Wynwood es un documental que explica lo que sucedió en Wynwood, desde la perspectiva de los involucrados. Si deseas ver un documental del tema en castellano o de más ciudades, puedes ingresar a CanalCultura.
Recordemos que en el anterior ejemplo, estamos hablando de una familia que vive en un barrio deteriorado, es decir, con problemas graves. Aun así, la mencionada familia tiene conocidos en el barrio, desde la vecina que solo saluda por educación hasta el vecino con el que siempre conversa después de comprar el pan o el señor de la bodega que de vez en cuando le fía o le cobra menos cuando no le alcanza.

Si hay algo que la mayoría de los barrios tiene, es vida en comunidad. Conocer y saludar a los vecinos, salir a la calle y conversar en la puerta de alguna casa o en la esquina, jugar en la calle, entre otras cosas, es lo que conocemos como la vida de barrio.

Entonces, esta familia tiene toda una red de conocidos que hace que la vida en ese barrio deteriorado no sea tan complicada como parece desde afuera. Y con la gentrificación (y compra de inmuebles a su alrededor), de pronto la familia ve cómo esta red se va desmoronando y llega al punto en el que no ve otra opción más que vender su propiedad.

Pero va a recibir dinero, se está mudando por decisión propia.

Aparentemente sí, pero no del todo. Como dijimos, la red que tenía esa familia ya no existe: los amigos ya no están, la bodega donde le hacían descuentos se ha convertido en una galería de arte o en un restaurante con precios que no puede costear... 

Y podrán responder: pero estas viendo el lado negativo del asunto. ¿Por qué no hablas de cómo en un lugar gentrificado hay menos delincuencia?, ¿o de cómo la zona se convierte en un espacio de muchas actividades?, ¿de cómo se rescatan los edificios que estaban en pésimo estado?, ¿de cómo cualquiera puede ir a ese lugar y puede disfrutar de lo que allí se ofrece? Como ahora hay arte y cultura por todos lados, ¿por qué no hablas de lo bonito que será el caminar por allí?, ¿o de cómo ingresará más dinero al municipio por los impuestos de una zona que antes no aportaba?

Antes: Jr. Independencia, Centro Histórico del Callao. Fuente: Google Street View

Ahora: Jr. Independencia, Centro Histórico del Callao. Fuente: La Mula.pe
(Pregúntate para quién está dirigido esto)
Tienen razón, hasta este punto se estaba viendo uno de los aspectos negativos del proceso de gentrificación. Pero es precisamente el punto de vista que hasta ahora no ha sido abordado con detenimiento por algún medio peruano, limeño o chalaco. Es claro que un proceso de gentrificación hace que un barrio se convierta en un lugar más bonito, cool, in, hipster, de moda y por supuesto en uno de los más rentables de una ciudad. 

Pero la pregunta es a costa de qué. ¿A costa de desplazar a la población que inicialmente vivía allí? Así sea que las personas se van con dinero por haber vendido su casa, seguramente solo les va a alcanzar para comprar el departamento donde vivirán y luego seguirán con los mismos problemas que tenían en su barrio deteriorado. Quizá seguirán sin oportunidad de tener estudios, sin trabajo o sin posibilidad para tenerlo o acceder a crédito. Quizá ahora el colegio de sus hijos les quede más lejos y tengan que cambiarlos de escuela, quizá tengan que gastar más dinero en transporte y quizá tengan más o menos problemas de los que tenían antes, solo que ahora esa red y ese lugar donde de alguna manera habían logrado vivir día a día ya no existe como tal.

Y si se preguntaban: si no es con gentrificación; entonces, ¿cómo mejoras una zona deteriorada?

Si deseamos mejorar una zona, pensemos en REVITALIZARLA TENIENDO EN CUENTA A LAS PERSONAS QUE VIVEN ALLÍ. Discúlpenme que utilice mayúsculas, pero es necesario entender que las ciudades no tienen por qué ser pensadas en función de la rentabilidad económica, sino en la rentabilidad social. Es claro que se necesita dinero para poder hacer que muchas cosas funcionen en las ciudades, pero debería ser igualmente claro que todas las personas merecemos tener calidad de vida, sin importar el estatus económico que tengamos. Todos pueden pagar impuestos para hacer que su zona o su barrio se mantenga en el tiempo, pero para pagar impuestos se necesita tener trabajo. 

Intervenir para mejorar: Guillermo Peñalosa (8-80 Cities)
Fuente: Laboratorio para la Ciudad
Quizá ese lugar que perfectamente podría ser el nuevo point cultural-comercial de la ciudad no lo sea jamás. Quizá solo será un barrio con casas y con comercio local. O quizá en algún futuro sí sea ese lugar cultural-comercial, pero eso no debe ser algo impuesto que vaya a perjudicar a las personas que viven allí. El hacer ciudad es un proceso largo que tiene varias etapas y que busca solucionar tanto los problemas del conjunto de la urbe como de las zonas particulares. Es un trabajo de todos, entidades públicas, privadas, la academia, organizaciones sociales y por supuesto de la sociedad civil. Si se piensa que solo el privado podrá solucionar todos los problemas de la ciudad, es muy posible que siga creciendo la desigualdad, ya que la rentabilidad económica no es necesariamente lo que todas las zonas de la ciudad necesitan.


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Si consideran que esta es una visión aislada y sin mayor importancia, les invito a ponerse en los zapatos de la familia del ejemplo anterior una vez más; imagina que un día te levantas y tu barrio está bonito y al día siguiente te levantas y ya no puedes seguir viviendo allí.
O quizá puedas revisar otras fuentes locales e internacionales que han hablado del tema:



El proceso de gentrificación es muy bonito para el que puede pagarlo.