La crisis de los partidos
políticos generó la aparición de los movimientos regionales que a su vez dieron
nacimiento a los caudillos locales y a los nuevos caciques regionales, la descentralización
de recursos desde el gobierno central transferidos a las regiones dio como
resultado el copamiento institucional por parte de estos caciques regionales de
todas las instancias de gobierno y control del mismo, envileciendo así las relaciones
interinstitucionales, como el poder judicial, (Es sabido que la hermana
del expresidente de la Corte Superior del Callao fue nombrada entre gallos y
medianoches como procuradora Regional, la misma suerte siguieron otros jueces
al lograr colocar a sus hermanos y parientes cercanos en los diferentes
municipios) fiscalía, contraloría, prensa local, policía, etc., etc., quedando
subyugadas a estos nuevos poderes que se enquistaron y degeneraron la
gobernanza, y la buena administración del territorio.
La minería ilegal, la tala
ilegal, la pesca negra, y el narcotráfico son solo algunos de los resultados evidentes de este
descontrol, de este manejo vil y de negocio personal en que los caciques regionales
y caudillos locales le han dado al ordenamiento territorial que les compete como
autoridad en curso administrar, generando con esta conducta un saqueo de recursos nunca antes
visto en la historia del País.
Es dentro de este escenario que se
plantean las elecciones presidenciales y congresales 2016 en donde solamente
pueden participar los partidos políticos y no los movimientos regionales,
partidos que como todos sabemos lucen debilitados en su organicidad, por carecer de
militancia y lo más grave, de cuadros políticos, la gran mayoría de ellos solo son
fachadas, cascarones legales de existencia fugas por lo que, para lograr su
representación nacional tienen que llegar a establecer acuerdos políticos con los
caciques y caudillos regionales y locales.
Esto da como necesidad en muchos
casos, unirse
con una fauna política delincuencial, en su gran mayoría integrada por sujetos sumidos en
denuncias penales, o vinculados a estructuras criminales organizadas.
Así en el Callao podemos ver a PPK llevar en su lista con el numero 1 a la señora Gioconda Trippe miembro fundadora del Movimiento regional Chimpum Callao quién controla el espacio regional desde hace más de 20 años, y con dos procesos abiertos por corrupción, de igual manera lo hace Fuerza Popular de Keiko con la participación de Víctor Albrecht, mano derecha de Kouri en los negocios turbios de este último.
Así en el Callao podemos ver a PPK llevar en su lista con el numero 1 a la señora Gioconda Trippe miembro fundadora del Movimiento regional Chimpum Callao quién controla el espacio regional desde hace más de 20 años, y con dos procesos abiertos por corrupción, de igual manera lo hace Fuerza Popular de Keiko con la participación de Víctor Albrecht, mano derecha de Kouri en los negocios turbios de este último.
Alianza
Para el Progreso de César Acuña lleva con el número 1 a Rogelio Canches, por quién la fiscal Romo pide
8 años de cárcel por el delito de falsificar una denuncia fiscal excluyéndose
del proceso, este mismo señor fue acusado públicamente por el hermano del
occiso Wilber Castillo de ser junto con Patty Chirino y Félix Moreno los
autores intelectuales del asesinato ocurrido en La Perla y según estas
declaraciones estar involucrados con el narcotraficante Caracol.
El mismo camino sigue Alianza Popular compuesta por Chimpum Callao
APRA-PPC y Vamos Perú de Juan Sotomayor quién lleva con el número 1 a la
hermana de este último, Aida Sotomayor. Como se puede ver, las agrupaciones con
mayores posibilidades de hacerse del poder vienen a ser aquellas que están
vinculadas con las mafias regionales, pues ellas movilizan gente con recursos
del estado y con dinero procedente del lavado de activos.
Es fácil darse cuenta como se darán las alianzas en las demás regiones y deducir sobre los resultados finales, sobre todo cuando estas alianzas son patrocinadas desde la prensa nacional por el Grupo El Comercio y los canales de televisión y radio.
Es fácil darse cuenta como se darán las alianzas en las demás regiones y deducir sobre los resultados finales, sobre todo cuando estas alianzas son patrocinadas desde la prensa nacional por el Grupo El Comercio y los canales de televisión y radio.