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| Verónika Mendoza, candidata a la presidencia por el Frente Amplio. Foto: Peru21 |
Escribe:
Javier Ormeño Incio
Director de LaRana.pe
@Jormenoi
@Jormenoi
Si bien la mayoría de peruanos ha optado por situar en la segunda vuelta a dos candidatos que representan exactamente el mismo modelo económico y social de los últimos 26 años, un gran porcentaje de la población está totalmente de acuerdo con que el Perú necesita un gobierno de izquierda para mejorar la calidad de vida en este país.
Es la primera vez en casi 30 años que la izquierda peruana logra representación propia en el Congreso de la República y no 'abrazando' apuestas electorales que si bien eran de alguna forma progresistas, (Toledo, Humala) no representaban concretamente las visiones de país que se tienen desde esta corriente política.
Personalmente, siempre me he identificado con el lado izquierdo del panorama político, creyendo en un modelo que diversifique la economía y gobierne a favor de las grandes mayorías y no solamente de los grupos de poder económico que tácitamente gobiernan este país con mucha más fuerza desde el primer gobierno de Alberto Fujimori.
¿Qué debería hacer el Frente Amplio?
Convertirse en ese partido que aglutine a quienes deseamos construir un país diferente y que si bien, dadas las diversas corrientes de izquierda, no podrá agrupar a todos (la facción liderada por Gregorio Santos, citando un ejemplo), podrá tentar el poder político desde las elecciones municipales y regionales del 2018 con grandes posibilidades de ganar.
A construir una bancada sólida en el Congreso y a tomar responsablemente estos favorables y en cierta medida inesperados resultados.
