A veces me cuesta creer y entender lo que escucho en las noticias, lo que veo en la televisión y lo que leo en las redes sociales. El grado de violencia física y verbal, el facilismo para mancillar honras y propalar insultos en los medios virtuales, la intolerancia entre diferentes opiniones , la pérdida de valores y en fin todo aquello derivado de la distorsión del desarrollo social, pareciera indicar que vamos contracorriente. La comunicación hablada, principal distintivo de la especie humana y el mayor logro de la evolución va perdiendo importancia frente al desarrollo de modernas tecnologías que permiten el envío de mensajes cada vez con mayores ventajas, a tal punto que hacer una llamada por teléfono convencional es casi ahora motivo de incomodidad o enfado para el que la recibe.
¿Qué nos está pasando? Nos preciamos de ser una sociedad moderna igualitaria , sin embargo la violencia de género, no registrada ni siquiera en los grabados que muestran escenas de relaciones entre géneros en el paleolítico , es una constante ante la cual ya ni nos indignamos. Agredir a una mujer, a un niño o incluso a un anciano constituyen hoy falsas demostraciones de fuerza, pues en el fondo son simplemente manifestaciones de complejos y distorsiones culturales.
Tema aparte lo constituyen los medios de comunicación masiva, grandes explotadores del morbo y propiciadores de la institucionalización de la ignorancia . La preferencia del público por conectarse con la llamada programación basura nos hace ver como una sociedad que camina aceleradamente hacia la estupides colectiva, parafraseando a Neil Postman, en un marco de libertades formales inútiles.
El avance veloz de la tecnología nos convierte en una sociedad cada vez más tecnocratizada o tecnopolizada. Las nuevas tecnologías nos facilitan la vida, pero van adormeciendo nuestros instintos natos de superación en base al esfuerzo por conseguir logros al extremo de modificar, por ejemplo en el campo de las comunicaciones, nuestro idioma utilizando símbolos para reemplazar palabras o frases al igual que nuestros antepasados, irónico ¿ no ? Me pregunto si en un futuro esa comunicación simplificada influirá de alguna manera en nuestra forma de razonar o interactuar entre los humanos .
¿Es el desarrollo de la tecnología un indicador de progreso o desarrollo social ? Yo diría que sólo en parte pues si nos fijamos, por ejemplo, en nuestro ordenamiento y organización política actual nos daríamos cuenta que nuestro sistema democrático, pilar de todas las naciones desarrolladas, es una construcción social atribuida a los griegos, aproximadamente 500 años a.C
Gerald Crabtree, director del Laboratorio de Genética de la Universidad de Stanford, plantea que desde hace milenios estamos perdiendo habilidades emocionales e intelectuales contradictoriamente debido al desarrollo de nuevas tecnologías.
Steve Taylor de la Universidad de Manchester nos dice en su obra "La Caída" que antes del advenimiento de la civilización, es decir la organización de la vida humana entorno a los centros poblados gracias básicamente al descubrimiento de la agricultura y a la domesticación de animales, los seres humanos vivían en un mundo sin guerras, sin opresión sobre la mujer ni represión de ningún tipo;existía plena armonía entre los seres humanos y su entorno natural . Esto se puede contrastar arqueológicamente porque las investigaciones de campo demuestran la ausencia de construcciones fortificadas, el arte de esa época no evidencia batallas y los entierros encontrados eran comunales, sin objetos bélico asociados y sin evidencia de estratificación social. A ésto los científicos lo llaman la " edad de oro " del ser humano, sin neurosis ni trastornos mentales y emocionales como los que aquejan cada día más a los humanos.
¿Qué les parece amigos.......retrocedemos en una máquina del tiempo?