[EDITORIAL] No vivimos esa época

En las últimas semanas hemos escuchado y leído en diversos medios digitales y tradicionales frases como: “ustedes jóvenes no vivieron esa época, no saben de lo que hablan”, “pulpines no saben de lo que hablan, yo no puedo hablar con alguien que no había nacido cuando estos hechos pasaron”, “¿por qué no salieron a exigir y marchar cuando salieron libres los terroristas?”, entre otras tantas frases que giran en torno al hecho de deslegitimar la opinión o postura de una persona en base a sus años vividos.

En principio y para toda persona con criterio, esta clase de argumentos resulta absurdo ya que, bajo esta misma lógica, nadie podría opinar o hablar de astrología, física, arquitectura, arte y un sinfín de disciplinas que han tenido sus mayores avances desde tiempos anteriores a Cristo.

Dejando de lado estos argumentos absurdos y que no deberían merecer mayor atención si no es para ser usados como caso de estudio en carreras como sociología, antropología, derecho y ciencia política, ese sector de la población que sí vivió las épocas más críticas de los años 1980 y 1990 y que anda desprestigiando a quienes emitimos opinión crítica o marchamos en contra o en defensa de algo, deberían tener más cuidado con sus palabras, ya que ellos formaron parte de una generación que nos ha fallado.

Ellos permitieron que el “joven y buen hablador” Alan García – argumento popular escuchado por ese entonces en las calles - fuera electo y destruyera la economía del país (quizá por eso tienen tanto recelo hacia los jóvenes), luego eligieron al chino Alberto que, montado en un tractor, aseguró que no habría shock y ya sabemos que sucedió y se mantuvo también un cómplice silencio ante la venta de todas las empresas del Estado, que fueron a parar a manos de empresas chilenas, (sí, al país de Condorito; ¿de eso no se acuerda Yeni Vilcatoma?)

Es claro que ustedes no tenían manera de saber que Alan García destruiría la economía del Perú de tal manera, así como nosotros no supimos que Pedro Pablo Kuczynski hizo tratos con Odebrecht a través de una de sus empresas mientras era Ministro, ni mucho menos que indultaría a Fujimori, el dictador que le hizo mucho daño al país; y no lo decimos nosotros, lo aseguran organizaciones y la prensa de todo el mundo.

Deja de ser tan indiferente y entiende que las marchas y los comentarios críticos son una muestra de la intención que tenemos para recuperar y enmendar los errores que nosotros también hemos cometido y los que heredamos de ustedes; marchamos y criticamos porque queremos un mejor Perú y, aunque usted no lo crea, marchamos porque, así nos lluevan las críticas, lo hacemos también por ti, para que mañana no seas engañado por esta desgastada clase política.


#NoSeasIndiferente