Humberto Currarino Cámere y la historia de la tarjeta postal



Humberto Currarino Cámere y la historia de la tarjeta postal



Ha pasado un año de la partida de Humberto Currarino Cámere y se me viene a la mente varios proyectos que tenía comprometidos con el Curro como cariñosamente le  llamaban sus amigos.  Por ejemplo el trabajo que quedó bastante avanzado sobre Emile Leopold Reutlinger, fotógrafo nacido en el Callao y que triunfara en el difícil mundo de la fotografía en Paris y que Humberto quería resaltar, o la publicación del libro de Eduardo Polack Schneider, que quedó listo para entrar a imprenta.

Y es que el material que había logrado atesorar era increíble, material casi siempre ligado al Callao porque él era un chalaquista si se permite el término, un amante del Callao y de su historia, y es que la familia Currarino Roncone, recién había llegado al Callao en la década del 30 del siglo pasado, huyendo de la guerra y en busca de mejores oportunidades, quizás la necesidad de enraizarse le llevó a desarrollar esa búsqueda de afirmación en la tierra que cobijó a sus padres y que lo vio nacer a él y sus hermanos.

Cuando hablamos del curro entonces nos tenemos que remitir necesariamente al Callao por antonomasia, de ahí su interés por coleccionar fotos del Callao, que en realidad como él señalaba siempre las fotos le llegaban por añadidura pues lo  que a él le interesaba realmente eran las tarjetas postales, de las cuales logró reunir más de 20,000 ejemplares, una gran cantidad que en sus últimos años se puso a clasificar y a destacar, fruto de este trabajo fue el libro de Luis Sablich Solera “Editor Gráfico del Callao 1905 - 1930” que tuve el honor de escribir junto con él. 

En ese afán de ordenar las tarjetas postales se planteó el trabajo quizás más importante de su colección que fue el de Eduardo Polack Schneider, del cual tenía en mente sacar tres volúmenes por lo copiosa de la colección y que se comenzó con el Callao. Otros editores destacados de ese período fueron Fernando Garreaud, J. Andreu y E.A. Magot, Zollner hermanos, M.N. Benavides, Naranjo, Orellana, Sotomayor, Max T. Vargas y el mismo Sablich, entre los principales que llegarían a formar parte de su preciosa colección.

Fue así como también supe de personajes desconocidos en la fotografía peruana como don Pedro Ramírez Morales, realizador de las fotos más hermosas del Callao por el dramatismo del claro oscuro que lograba imprimirle a sus imágenes, Carlos Barraza, Oscar López Aliaga, Miguel Mestres, Miguel Lavado, B. Hurtado estos dos últimos de Cerro de Pasco, y muchos anónimos más que Víctor Quispe Canchari nos puede dar fe ya que por sus manos pasaban todas esta imágenes para su reproducción.

Hablar de Humberto Currarino es pues hablar de la historia de la tarjeta postal en el Perú y de la fotografía, remitirse a él significa recordar las innumerables colecciones de fotógrafos, pasando por los descendientes de inmigrantes chinos, japoneses, alemanes, italianos, etc., que se dedicaron a hacer de la fotografía su profesión en el Perú y que el curro supo valorar.

A un año de su partida como comprenderán extraño las visitas dominicales que le hacía a su estudio y en donde casi siempre me presentaba sus últimas adquisiciones gracias  a la gran amistad que habiamos logrado desarrollar, imágenes que nos envolvían en una prolongada y amena charla. El último día que logré conversar con él me dijo en tono confidencial, “disfruto mucho las conversaciones contigo”. No me di cuenta que se estaba despidiendo. Nunca más lo volví a ver.

"El Callao le debe pues un gran homenaje a nuestro insigne vecino notable Humberto Currarino Cámere"..