Martín Soto Florián
Abogado y Director del Grupo Valentín
Muchos mostraron su repudio, su entendible rencor y su impotencia tardía. Otros decidimos marchar con entusiasmo y alegría.
No tenemos una lista de la infamia de todos aquellos que pudieron hacer algo y no lo hicieron, aunque deberíamos. Tampoco tenemos claridad sobre todos aquellos que alzaron la voz, no solo en aquel momento, sino de manera rotunda y constante en los que años que vendrían. Pienso en la memoria de #HenryPease, en el legado de #ValentínPaniagua, y también en la oposición severa que siempre tuvo #JavierDiezCanseco.
Las personas que nos gobiernan deben saber que seremos duros con ellas.
Deben saber que no será fácil y que les guste o no, son ejemplo de muchos. Si roban, si corrompen, si abusan de su poder, si defraudan al sistema, lesionan no solo sus instituciones, sino que además destruyen las esperanzas de aquellos jóvenes que miraban con ilusión la posibilidad de servir a su país, de gobernarlo, de transformarlo. Fujimori no salvó al Perú.
Es bueno que se sepa. Tampoco es responsable del desarrollo o el bienestar económico (dejo en rojo las cuentas, cuando decidió no regresar). Incluso si lo fuera, si fuese cierto que su gobierno fue el motor que llevo al Perú al primer mundo, las muertes de tantas y tantos, y los enriquecimientos ilícitos, abajo de la mesa, del ingeniero y compañía, no se justifican, tampoco se olvidan.
Pero hoy no es 5 de abril, es el día siguiente. Toca seguir #adelante.