OPINIÓN | El atentado a la historia e identidad del Cementerio Baquíjano

Por: Alberto Paz de la Vega Mayandía.


Cuando se quiere desmoralizar a un enemigo lo primero que se hace es destruir sus recuerdos, su memoria y su cultura. Por eso, el camposanto es un espacio tan importante en cada comunidad; es el espacio sagrado en todas las culturas y un lugar al que se retorna para conectarse con sus ancestros, con sus raíces, con su pasado, con su identidad.

El Callao no puede ser ajeno a este proceso que caracteriza a todos los pueblos del mundo, sin embargo, desde la llegada del nefasto Alexander Kouri Bumachar, este espacio sagrado empezó a ser profanado sin piedad.

Las administraciones que le sucedieron, continuaron realizando las mismas prácticas delictivas, de tal forma que hoy en día la Beneficencia Pública del Callao a cargo de la Municipalidad Provincial en manos de la gestión de su alcalde Juan Sotomayor García, cual 'pájaro cuco', (ave que deposita sus huevos en nidos ajenos arrojando a los polluelos de su víctima) viene profanando tumbas de mediados del siglo XX y reemplazandolas con entierros nuevos, es decir, los nichos que fueron comprados con el carácter de perpetuos se han convertido en provisionales, robándole la propiedad a sus legítimos dueños.

Este método está siendo muy usado por la 'banda de los chimpunes' con las propiedades del Callao monumental y de las zonas pegadas al mar de La Perla y la mar brava en situación de sucesiones intestadas.

De un momento a otro, uno descubre que sus familiares ya no están en sus nichos y que estos han sido usurpados por desconocidos, poniendo en entredicho la Constitución política del Perú que consagra la propiedad privada como una de las piedras angulares del derecho peruano.

No contentos con esto, - en este preciso momento - se encuentran canibalizando las primeras tumbas de nuestros antepasados que datan de 1862, cuando el cementerio fuera inaugurado por el Mariscal Ramón Castilla y Marquesado.
Asociaciones, gremios, sindicatos, mutuales, dignos testigos de la organicidad del pueblo chalaco que ahora están siendo barridos sin ningún respeto por la 'banda chimpunera'.

El cementerio Baquijano debe ser declarado patrimonio histórico de la nación por la calidad de restos que alberga, pero el Ministerio de Cultura se niega a ejercer su función.
En este histórico cementerio se encuentran enterrados los defensores del Combate del 2 de Mayo, los defensores de la Guardia Chalaca, los restos de los fundadores del pueblo de Bellavista que fueron a parar al Baquijano (cuando el viejo cementerio de Bellavista fuera secularizado), las víctimas protestantes de la peste de fiebre amarilla  de 1868 (a las que se les hizo un espacio reservado pues no cabían en el británico), a los primeros bomberos chalacos, a los sindicalizados herreros, panaderos, estibadores y un sin número de personajes que hicieron la historia del Callao.

Todo este importante patrimonio lo están haciendo polvo en este momento, no sin antes saquear y desvalijar las prendas de valor con las que se solían enterrar a estos difuntos.
¿Los chalacos sabrán levantar su voz como lo hicieron sus antepasados? ¿o esto ocurre precisamente por la pérdida de su identidad, arrebatada junto con su grito de guerra 'chimpum Callao' a manos de esa 'banda funesta' que desde hace 25 años viene sangrando al puerto hasta borrar su propia memoria.