Las cosas claras


Escribe:
Fernando Alberto Bravo Prado
Estudiante de Administración, con estudios de Lengua, Literatura y experiencia en comercio exterior.


El Perú, después de todo, no llegó a suicidarse. La hija del dictador más nauseabundo de la historia del país no será presidenta. Por ahora no. Kucynski ganó las elecciones.

De todas maneras, sin que el Perú llegara a suicidarse, digamos que tomó una cierta dosis de cianuro al entregar el congreso al fujimorismo el pasado 10 de abril.

Y es que se le entregó el congreso a una agrupación que precisamente representa el desprecio al parlamento, la agrupación que cerró un Congreso entero y lo aniquiló sin asco, la agrupación que ensució y envileció al Congreso con sus transfuguismos y con su compras de conciencias, la agrupación que se zurró en el legislativo por amor a Alberto y al doctor Montesinos… el 10 de abril le entregaron el congreso a quienes perfecta y tranquilamente podrían vivir sin él… a quienes sólo desean y ansían el ejecutivo y quisieran ser sólo el emperador omnipotente y nadie más, sus geishas y nadie más, Hirohito en su palacio y nadie más, la emperatriz en el poder dictando decretos y nadie más. Ahora les queda el congreso como premio consuelo, y en el fondo es un poder del estado que desprecian. Sólo les interesa el ejecutivo y por eso lloriquean como Magdalenas.

Seguramente, después que se les pase la rabieta y se limpien los lagrimones, trataran de darle gobernabilidad al gobierno de Kuczynski… quizás después de unas semanas cesarán las amenazas y los engreimientos de Spadaro, Alcorta, y Galarreta (Las nuevas geishas recicladas y pasteurizadas). Además, si no lo hacen y se niegan a darle gobernabilidad al Perú, se pondrán en evidencia, la prensa lo revelará de inmediato (esa prensa libre que no está controlada, lo que no le gusta a los Fujimori). Le darán gobernabilidad al Perú no porque les importe el país, (el cual de hecho les importa un pepino ya que su objetivo básico es tomar el ejecutivo y liberar a Fujimori antes de que fallezca) sino por estrategia política, ya que entienden que es la única manera de democratizarse y curarse ante el pueblo desconfiado que no les cree. Si no lo hacen, quedará clara su verdadera calaña, y acrecentarán su imagen de antidemocráticos y falsos demócratas.

A estas alturas, no faltará el lector sensible que diga: “ya basta de odio”, “busquemos la unión entre peruanos”… a ese lector le digo que no se trata de odio, se trata de no sumarse a ese coro idiota de analistas ingenuos que aseguran que el fujimorismo ha cambiado, que Keiko es lo máximo, que los fujimoristas son un pan de dios.

No, a mí no me engañan con sus discursitos de cartón ni con sus falsas concertaciones. Los conozco perfectamente, así como se le conoce a un neo nazi, a un chavista, así como se le conoce a un marxista leninista… posturas políticas que en esencia nunca cambian, porque el cambio sería su propia destrucción. No odio a los votantes del fujimorismo, no odio a Keiko ni a Kenji, odio a las prácticas fujimoristas, a su forma de hacer política (la anti-política de cloaca), al daño que le hicieron a este país en donde se institucionalizó la mentira, la venta de los humanos por unas monedas, donde la escoria se disfrazó de dirigente, donde con una máscara china nos vendieron un país falso, a precio barato, en una noche plagada de calumnias, de congresistas arrodillados, de periodistas arrodillados, de militares arrodillados, de votantes arrodillados, de funcionarios arrodillados, de jueces canallas que también se vendieron a esa tómbola psicodélica llamada fujimorismo. A todo eso si le tengo odio.

No les queda otra que darle gobernabilidad al país con el juguete nuevo ese… ese que les acaban de regalar llamado congreso. Kuczynski ya no es su rival ni lo será jamás porque la vida ya no le alcanza para seguir en la arena política; sus verdaderos rivales son la izquierda encarnada por Verónika Mendoza, Julio Guzmán (quien para el 2021 ya habrá aprendido la lección), el fantoche ese de Acuña (quien innegablemente tiene un bien montado armatoste en el norte). Kuczynski  no volverá a ser candidato, así que para los fujimoristas no tendría sentido enfrentarlo para que le vaya mal y haga un mal gobierno, ya que de esa manera fortalecerían a la izquierda, la que defiende un modelo diametralmente contrario al del libre mercado. Si no lo ven así y boicotean a PPK, la izquierda tendrá la mesa servida para el 2021, y una vez más los fujimoristas volverán a quedarse sin el ejecutivo, y otra vez no pasarán.

No darle gobernabilidad al Perú por parte del fujimorismo, es como si Kucynski se vengara del norte desatendiendo al norte a propósito, por los pocos votos que sacó en el norte. Kucynski sería incapaz de ello; del fujimorismo se puede esperar cualquier cosa, ya que es un partido caudillista, sin doctrina, lumpen, y asistencialista a ultranza.  

Ah, quizásKenji , quien no tiene pasta ni siquiera para presidente de una junta vecinal, intente postular el 2021, ya que se cree un gran fujimorista disidente (pobre payaso). Quizás el ex aprista y nueva geisha Velásquez Quesquén intente alguna nueva jugada en el congreso para liberar a Fujimori de la cárcel (se ha puesto el kimono sin asco). Quizás esos setenta y tres parlamentarios se dediquen torpemente a torpedear a Kuczynski para creerse los necesarios ante los votantes incautos, y dar la impresión de que el autoritarismo es el único capaz de salvar al país, lo que desencadenaría la inevitable subida de la izquierda. Muchas cosas pueden suceder, pero antes, las cosas claras: 

¿Ahora quieren que les pidan disculpas por haberles llamado narcotraficantes, en el colmo del cinismo? ¿Una agrupación que pagó y auspició a esa prensa canalla que insultaba a mansalva, se atreve a exigir disculpas por unos insultos de campaña?
Además, su secretario general es investigado por la DEA y eso no es mentira, Vladimiro Montesinos (quien sirvió 11 años al fujimorismo) cobraba cupos al narcotraficante Vaticano y eso no es mentira, se descubrió droga en el avión presidencial donde volaba Fujimori y eso no es mentira, Keiko tenía conocimiento que Joaquín Ramírez era investigado por lavado de activos e igual lo arropó en su partido y eso no es mentira.

Perdón le tendrían que pedir los fujimoristas al país por todas las porquerías que hicieron durante 11 años, las cuales ellos pretenden, urgentemente, que los peruanos olviden.


Fujimori se está revolviendo en su celda, eso sí lo sé. Alberto Fujimori se resiste a creer que para que su hija pueda entrar a palacio se requiere la desaparición física o política de él. Pero eso no va a pasar. El señor sigue diciendo que es inocente y sigue apelando para recusar a los jueces que lo condenaron. El señor sigue dirigiendo a Fuerza Popular desde su celda, el señor se niega a jubilarse. El señor cree que es inmortal.