Escribe:
Carla Giannina Jiménez
Coach Ontológico y de vida
En el tiempo que vengo ejerciendo el coaching, uno de los
grandes descubrimientos para lxs coachees es conocer el mundo del “no”; de
hecho, para mí lo fue también.
Dentro de mis reminiscencias, el “no” era una palabra inapropiada
porque tenía una connotación de descortesía. También creía que si lo decía, las
personas no me iban a querer o aceptar, y lo que fui cimentando fueron apegos y
condicionamientos que me alejaban de mi sentido de libertad y dignidad.
Incluso, recuerdo que dentro de mis conversaciones con amigos, señalaba que lxs
niñxs eran demasiado “crueles”; en realidad son unxs maestrxs de las declaraciones
básicas como el “no”. Sin embargo, el condicionamiento del entorno por la
autoridad que representan hace que se programen de una forma que los aleja de
su ser auténtico que es lo que pasó conmigo y lo que pasa con la mayoría de la
humanidad.
Por ello, al conocer su trasfondo y su real significado,
mi sensación fue de libertad; es como si hubiese recuperado mi poder personal y
mi valía.
Un “no” es tan valioso como un “sí”, que está más
relacionado al compromiso. Es mas, para aprender un sí auténtico y en libertad,
requerimos aprender a decir no, porque al decir no, estamos reconociendo lo que
no queremos en nuestras vidas y estamos
teniendo plena conciencia y honrando lo que sí queremos.
Por otro lado, el “no”, significa que estamos rechazando “una
petición” y no a la persona que nos realiza el pedido, incluso en temporalidad un “no” se refiere a
ese momento y no para toda la vida, es decir, podemos cambiar de parecer y un
no se puede convertir en un sí con el tiempo; recuerda que todo cambia: las
personas, las realidades y lo único permanente es el mismo cambio.
El no se expresa de diversas formas como: “Basta”, “Así
no”, “No en estas condiciones” por eso te invito a decir un No en libertad,
reconociendo lo que quieres en tu vida. Atrévete a nombrarlo y observa el mundo
o la realidad que creas para tu vida.