Desde la época de colegio siempre
he tenido una gran duda con respecto a lo que se hace realmente en el Callao,
sobre todo en temas de desarrollo humano. Mi
carrera me ha permitido conocer gente de todos lados y ver como en algunas
municipalidades del país se va desarrollando una cultura de desarrollo y mejora continua, sin embargo en el Callao
parece que nos hemos quedado celebrando con salsa, chelas y ‘aquí peso yo’ cada
festividad que tenemos.
Estoy convencido de que las
alarmantes cifras que dicen que más de 75% de jóvenes chalacos no tiene
educación superior y de qué el 17.5% de la población de entre 19 a 29 años no
quiere trabajar ni estudiar nos alertan de que cada vez el Callao se convertirá
en un lugar donde se consigue todo a la fuerza y lo “fácil” seguirá siendo lo idóneo.
Si somos tan aguerridos para ‘parar el macho’ ni ser el ‘luchito de nadie’… ¿Por qué los jóvenes chalacos no desean
trabajar?, si bien este artículo no habla de las mafias denunciadas ya en
artículos periodísticos sobre ESLIMP, si quisiera tomarme unas líneas para
decir que esto también contribuye en el daño a la juventud chalaca, ya que la
vuelve ociosa y cree que “la plata llega sola”.
El meollo del asunto radica en la
baja capacidad de compromiso que asumen la gran mayoría de padres chalacos en
la educación de sus hijos y sobre todo en la vaga inversión que hacen los
municipios a fin de apoyar el desarrollo de los jóvenes que tienen proyectos de
Start Ups en el Callao. Hace unas
semanas atrás la jóvenes de la UNAC
realizaron la 1° Cumbre de emprendimiento e innovación en la sede principal
de la Universidad, dicho evento conto con ponentes que no sólo hablaron de
tecnología y grandes inversiones, sino de cómo iniciar tu negocio con 100 soles
o como generar capital para tu idea de negocio. La respuesta de la gente fue
nula, en su mayor apogeo se habrían visto 30 personas sentadas oyendo como
mejorar su calidad de vida por medio de un negocio en donde ellos eran dueños.
Y no, no hablo de Fuxion, de Zrii ni de ningún producto mágico, sino de la
forma en cómo crear una empresa y generar una marca.
Haciendo una búsqueda simple en
computrabajo, me doy con la sorpresa de que en el Callao si existen empresas
debidamente constituidas, operando y buscando personal, ¡Yeah!, el
problema radica en que ellos solo buscan personal de limpieza, teleoperadores,
ayudantes, vendedores al público y reponedores
de mercadería, no estaría mal para iniciar ¿verdad?. Total la mayoría de
jóvenes chalacos no están preparados para trabajar como administrativos o como
técnicos especializados, bueno si, tenemos que admitir que no tenemos jóvenes
capacitados, pero, ¿Cuáles son las principales instituciones de educación
superior en el Callao?, Según una búsqueda rápida (Gracias internet), pude
encontrar que en el Callao sólo existen 9 instituciones técnicas y 1
universidad, si pueden nombrar las 9 técnicas los felicito… Advierto que no quiero
echarle la culpa de la dejadez a ninguna autoridad, ya que esto sólo le
corresponde a los vínculos familiares, pero, ¿qué hacen las autoridades para
fortalecer la capacitación superior?, ¿qué trabajo se hacen en los colegios?,
¿Debemos dejar que todos se pierdan por qué así es la vida?
Lo que sí es cierto es que la
principal labor de un municipio es incentivar las obras y la armonía de los
pobladores de la comunidad sin olvidar el desarrollo de las empresas (que
cumplan la ley) y la promoción del empleo dentro de su jurisdicción. Hace unos
días leí una escueta noticia de que la municipalidad provincial del Callao estaba
capacitando a 300 jóvenes del Callao en temas de emprendimiento ¿qué
resultados se han logrado? O es que sólo se están generando ‘gastos
justificables’.
Igual comprendo que muchos jóvenes del Callao tienen mucho talento y ganas de emprender, nosotros
como ciudadanos deberíamos de pedir incubadoras tecnológicas a fin de generar
espacios para que nuestros jóvenes conozcan más y puedan motivarse con
experiencia de expertos y/o casos de éxito que los motiven a llevar una carrera
y sobre todo a emprender. Es el momento, aprovechemos la ola tecnológica y
sobre todo el deseo de lavarle la cara de violencia al Callao.